En el amor como en la vida, acumulamos creencias, o dicho de otro modo, verdades en las que creemos firmemente, que suelen ser generalizaciones o distorsiones de la realidad, que nos hacen interpretar la vida desde una perspectiva que no nos ayuda, acumulando ideas negativas sobre el amor que no son ciertas y que nos vuelven pesimistas.
Vamos a examinar aquí algunas de las más comunes y te diré cuál es la creencia limitante que tienes y por qué sueles corroborarla constantemente.
La gente huye del compromiso
Esta creencia tan arraigada es en realidad un error de percepción. Afirmamos que la gente no se compromete, cuando todos conocemos a cientos de personas que eligen vivir juntas y formar una pareja estable.
Hemos formado esta creencia porque hemos seleccionado una vivencia personal intensamente negativa que después se repitió en nuestras vidas y que también le ocurrió a otras personas cercanas a nosotros. Después hemos juntado todas esas experiencias en una ilusión de generalización.
En el pasado iniciamos relaciones con unas altísimas expectativas que fracasaron. Sentimos que esas personas nos utilizaron para cubrir sus necesidades sexuales o de otro tipo y luego nos abandonaron. Hemos ido añadiendo pruebas que corroboran y afianzan más esa creencia y hemos concluido que eso es así: que la gente no se compromete. Hemos llegado a la conclusión de que es una especie de virus para de paso dejar la responsabilidad de que las cosas no funcionaron en los demás y nunca buscar dentro de nosotros.
No te voy a negar que las personas, tras un divorcio, pasamos por la fase pendular (mira aquí lo que significa esto). Paralelamente, las personas adolescentes y en su primera juventud no suele querer comprometerse. Unos y otros necesitan madurar para ser capaces de mantener una pareja establemente, pero no podemos generalizar extendiendo esto a toda la sociedad juvenil y a todos los divorciados que conoces.
Las mujeres son las que más se quejan de que los hombres que conocen y con los que inician una relación no se comprometen. Aquí y ahora te diré que un hombre se compromete cuando está realmente enamorado y es cierto que es capaz de tener relaciones ocasionales con mujeres sin enamorarse (esto aplica exactamente igual para las mujeres).
Las personas se comprometen cuando encuentran una pareja con quien realmente quieren hacerlo. Dicho de otro modo, si no se han comprometido contigo en el pasado es porque él o ella no se ha enamorado de ti. Comprometerse es la consecuencia del amor y no un deber que la gente asume cuando prueba con una persona con la que empieza a salir.
Eso no significa que haya algo malo en ti, significa que esa/s persona/s no era para ti y que tu pareja ideal aún está por llegar. Ten paciencia, si crees que la encontrarás, estoy segura de terminará llegando, tu único trabajo es estar preparad@ emocionalmente. Ocúpate de esto, es tu único trabajo.
Disney ha hecho mucho daño
Otra idea muy extendida entre los hombres es que las mujeres esperan encontrar príncipes azules en lugar de hombres reales y la gente normal nunca puede cubrir sus altísimas expectativas.
Estoy segura de que hay personas con unas expectativas de pareja irreales, no te lo niego, pero en la mayor parte de los casos, la realidad es otra: si te han dejado explicándote que no eres lo que buscan, seguramente es que simplemente no se han enamorado de ti.
Cuando una mujer (y un hombre) se enamoran, perciben a su pareja de manera idílica, ya sabes eso de que el amor es ciego. Ante sus ojos, su pareja es alguien perfecto cuando evidentemente no lo es, nadie lo es. No hace falta que no te parezcas en nada al príncipe o la princesa Disney porque él o ella te van a ver así.
De manera que no busques cumplir con unas expectativas que crees esperan encontrar en ti, sé tú mism@ y ten en cuenta que si te dice “no eres como yo esperaba”, seguramente es una manera políticamente correcta que usamos las personas para abandonar una relación sin herir a la otra persona, recuerda que tu también has tenido que dejar a alguien en el pasado y has buscado como decírselo sin causarle daño. Traduce el “no eres como yo esperaba” por “no me he enamorado” o “ya no estoy enamorada”.
Apúntate esto: tú eres la persona ideal de alguien que aún no has encontrado porque necesitas aún trabajar en ti.
La gente miente y engaña para conseguir lo que quiere de ti
Esta creencia está muy extendida, a juzgar por mi experiencia en el mundo de la gente desemparejada.
Evidentemente habrá mucha gente que nota tu necesidad de tener pareja y te miente porque sabe que conseguirá sexo, si te dice un montón de mentiras que tanto estás deseando escuchar. Si esta es tu experiencia, date cuenta de que expresas una inmensa carencia de pareja y eso te hace vulnerable. Es tu responsabilidad trabajar sobre ti para que eso no te ocurra.
Mirando el tema desde otro ángulo, existe una desconfianza generalizada entre la gente sin pareja. Desconfiar de los demás, basándose en la creencia de que la gente miente, es una creencia que se forma porque todos cargamos con experiencias anteriores de fracasos en el amor y proyectamos estas frustraciones sobre las posibles nuevas parejas que conocemos. Esa mochila emocional negativa, llena de malas experiencias amorosas, nos hace sentir muy infelices, daña nuestra autoestima e impide que consigamos tener nuevas relaciones con personas que podrían sumar a nuestras vidas.
Date cuenta de que tenemos una serie de estereotipos que han formado una gruesa coraza con la que no le damos una oportunidad a las nuevas personas que conocemos, porque las juzgamos exhaustivamente buscando rastros de nuestras malas experiencias anteriores. Tenemos miedo a que nos dañen, al fracaso y por eso estamos a la defensiva.
Es comprensible que esto ocurra, pero debemos ser conscientes de que la creencia de que la gente nos va a dañar está impidiendo que mucha gente sincera y sana se acerque a nosotros porque estando a la defensiva exhalamos negatividad y eso no es muy atrayente. Es normal que hayamos formado esa coraza defensiva a base de nuestros aprendizajes, pero cuando un aprendizaje nos perjudica, debemos aprender a desaprenderlo.
Desaprendamos estas falsas creencias para poder volver a mirar a las personas con ojos inocentes, sin juzgar, para darles una oportunidad y posteriormente decidir si esa persona es la que queremos o no.