Tenemos mucha información sobre el perfil de un manipulador. Se han editado libros, disponemos de numerosos blogs en internet sobre este tema, pero hay muy poca información sobre sus víctimas.
Básicamente diremos que las personas que manipulan influyen sobre la persona manipulada para conseguir que esta última actúe de manera que los primeros obtengan el beneficio que buscan.
Diremos también que estos dos personajes casi siempre se encuentran en la vida. Los manipuladores buscan víctimas, y sorprendentemente las víctimas buscan a su manipulador. La razón de que esto ocurra está relacionada con la personalidad formada en la infancia, y más concretamente con la relación que tuvimos con nuestros padres. Este tema es muy amplio y no vamos a detenernos en la razón por la que terminamos siendo “carne de cañón” para un manipulador. Nuestro objetivo va a ser identificarnos como personas susceptibles de ser manipuladas.
Según Susan Forward, las personas manipuladas poseen, entre otras, las siguientes características de personalidad. Voy a tratar de explicar el sentido de estos rasgos de personalidad:
-Autoestima baja: concepto de sí mismo con una valoración negativa o por debajo de lo que valora a los demás en comparativa.
-Ingenuidad: tendencia a creer ciegamente en las razones de los demás.
-Temor a la soledad: yo lo llamaría dependencia emocional, es decir, la necesidad de referencia al otro para sentirse seguro, ya que estas personas suelen ser inseguras, debido a la falta de autoestima.
-Miedo al conflicto: necesidad de que exista paz a cualquier precio aunque para ello se tenga que ceder a la hora de aceptar algo que no queremos realmente aceptar.
-Necesidad de aprobación: al tener una autoestima baja necesitamos recibir aprobación exterior, ya que no la tenemos internamente.
-Tendencia a asumir un exceso de responsabilidad: hay personas que cargan con el peso de responsabilidades que no le pertenecen, solucionan la papeleta a sus parejas, sus hijos, sus jefes, etc.
Si te identificas con varios de estos rasgos de personalidad es posible que seas un objetivo para los manipuladores. En la película The Resident (Antti Jokinen, 2010) tenemos el ejemplo de un caso de manipulación. Hillary Swank es la víctima perfecta según relata la película por su ingenuidad.
Aunque en este caso hay matices, todos podemos vivir el ataque de una persona sin escrúpulos y terminar siendo sus víctimas. El problema real es que tu personalidad manipulable te impulse a buscar tu manipulador: tu jefe, un compañero de trabajo o tu pareja, y que seas tú quien se arroje a su maligna influencia, por voluntad propia. Si crees que puedes ser una posible víctima de estas personas, empieza por analizar qué personas pueden estar aprovechándose de ti y ponle freno.
Y si necesitas ayuda en este sentido, no tienes más que pedírnosla 😉